Este año a los Reyes les he pedido algo de cordura y sentido común. Y no solo para mí -que nunca está de más- sino también para todos los que han decidido que acabar con la educación pública es el mejor sistema de salir de una crisis donde no dejan de hundirnos -cada vez más- con sus absurdas y peligrosísimas medidas. También les he pedido -este año ando muy pedigüeño, supongo- que superen su miopía -en casos como el de la Comunidad de Madrid, podemos hablar de absoluta ceguera- y que se den cuenta de que si no apuestan por la educación estarán ahogando las expectativas de futuro de toda una generación que, de momento, se encuentra con un panorama -cuando menos- muy complicado.
No sé si los Reyes me habrán hecho caso -siempre son caprichosos en su reparto de regalos-, pero confío en que si no han dejado bastante sentido común en los despachos de la Consejería de Educación, sí que se hayan llevado -al menos- los cargamentos de bilis con los que se ha insultado al colectivo docente en estos meses. La última de una larga lista de agravios ha sido afirmar que los interinos son gente "cogida a dedo" y que "jamás ha aprobado una oposición". Solo se puede decir algo así desde la ignorancia o desde la mala fe, y como hoy no quiero ser malpensado -llámenlo espíritu navideño-, prefiero pensar que insultan porque desconocen, y no porque quieran desacreditarnos y contribuir a deteriorar la imagen de una profesión ya de por sí poco valorada y reconocida. Sería triste que su intención fuera la que parece obvia: agredir, crispar y contribuir a empeorar -conscientemente- el clima dentro de la comunidad educativa. ¿Quién querría hacer algo tan burdo como eso?
De momento, y mientras compruebo si se demuestra que hay algo de esa cordura que he pedido en quienes deberían demostrarla -en vez de difamar y agredir a quienes estamos al servicio de la función pública-, lo que sí sé que me han traído Sus Majestades de Oriente es un buen cargamento de energía para afrontar tanto el resto de curso como, sobre todo, la lucha que todavía sigue viva y que cada vez resulta más urgente. Porque cada vez son más los sectores públicos agredidos. Porque cada vez son más los derechos recortados. Porque estamos en un punto que quieren que sea de no retorno y ante el umbral de un nuevo modelo de sociedad -deshumanizado, globalmente embrutecido, ferozmente capitalista- que pretende convertir en términos desfasados y pasados de moda conceptos tan importantes como el de "Estado del bienestar", algo que -sin inversión en educación, en ciencia, en sanidad, en I+D...- corre el riesgo -inminente- de convertirse en una reliquia.
También confío en que, por todo ello, por su agresión a la escuela pública, por su falta de miras, por sus concesiones a la iglesia y a quienes más tienen, por intentar acabar con las opciones de futuro de los alumnos que más apoyo y ayuda necesitan..., los Reyes hayan dejado carbón suficiente en la Consejería de Educación madrileña para que hagan con él una buena hoguera a modo de catarsis y se decidan, de una vez, a trabajar con los docentes, con los padres y con los alumnos, en vez de trabajar contra los docentes, contra los padres y contra los alumnos, como han venido haciendo en este curso.
No sé si los Reyes me habrán hecho caso -siempre son caprichosos en su reparto de regalos-, pero confío en que si no han dejado bastante sentido común en los despachos de la Consejería de Educación, sí que se hayan llevado -al menos- los cargamentos de bilis con los que se ha insultado al colectivo docente en estos meses. La última de una larga lista de agravios ha sido afirmar que los interinos son gente "cogida a dedo" y que "jamás ha aprobado una oposición". Solo se puede decir algo así desde la ignorancia o desde la mala fe, y como hoy no quiero ser malpensado -llámenlo espíritu navideño-, prefiero pensar que insultan porque desconocen, y no porque quieran desacreditarnos y contribuir a deteriorar la imagen de una profesión ya de por sí poco valorada y reconocida. Sería triste que su intención fuera la que parece obvia: agredir, crispar y contribuir a empeorar -conscientemente- el clima dentro de la comunidad educativa. ¿Quién querría hacer algo tan burdo como eso?
De momento, y mientras compruebo si se demuestra que hay algo de esa cordura que he pedido en quienes deberían demostrarla -en vez de difamar y agredir a quienes estamos al servicio de la función pública-, lo que sí sé que me han traído Sus Majestades de Oriente es un buen cargamento de energía para afrontar tanto el resto de curso como, sobre todo, la lucha que todavía sigue viva y que cada vez resulta más urgente. Porque cada vez son más los sectores públicos agredidos. Porque cada vez son más los derechos recortados. Porque estamos en un punto que quieren que sea de no retorno y ante el umbral de un nuevo modelo de sociedad -deshumanizado, globalmente embrutecido, ferozmente capitalista- que pretende convertir en términos desfasados y pasados de moda conceptos tan importantes como el de "Estado del bienestar", algo que -sin inversión en educación, en ciencia, en sanidad, en I+D...- corre el riesgo -inminente- de convertirse en una reliquia.
También confío en que, por todo ello, por su agresión a la escuela pública, por su falta de miras, por sus concesiones a la iglesia y a quienes más tienen, por intentar acabar con las opciones de futuro de los alumnos que más apoyo y ayuda necesitan..., los Reyes hayan dejado carbón suficiente en la Consejería de Educación madrileña para que hagan con él una buena hoguera a modo de catarsis y se decidan, de una vez, a trabajar con los docentes, con los padres y con los alumnos, en vez de trabajar contra los docentes, contra los padres y contra los alumnos, como han venido haciendo en este curso.
4 comentarios:
Toda la energía del mundo, mi niño, que no podemos decaer. Tanta mentira no puede ser ignorada y consentida durante tanto tiempo. No nos van a callar. Un besazo y felices Reyes :)
Hola Fernando,
hace tiempo que no te comento, ya sabes que el blog no me deja hacerlo. Cosas de la informática.
Lo de los políticos no tiene remedio. Soy muy pesimista al respecto, ya lo sé. Pero es que lo de Espe no es de este mundo. Tu sigue dando caña, que algún día alguien se acordará de nosotros. Espero que para bien :)
Como siempre te envío un fuerte abrazo desde BCN y te deseo un feliz año 2012.
Serenitatis, gracias por tu mensaje. Estoy deseando verte fuera de estas pantallas, ya lo sabes ;-)
Fernando, tocayo, te devuelvo ese fuerte abrazo con el mismo cariño con el que tú lo envías. Ojalá este 2012 sea un buen año para todos los que, como tú, luchamos y creemos en la educación.
Si el PP cuida de los docentes... privados, claro, porque a todos los interinos de la enseñanza pública los han mandado en Madrid a engrosar las listas del paro. Ánimo y adelante, salud y prosperidad para el 2012, que se avecina difícil y duro para los no banqueros, élites y mercaderes. O sea, para el pueblo llano.
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