Este domingo, de verde y con mi chapa de la escuela pública -insignia ya cotidiana de quienes creemos en el derecho de TODOS a la educación-, estaré firmando en la Feria del Libro de Madrid. Y, lo que más me ilusiona, es que el libro que firmaré -TOUR DE FORCE- es, precisamente, una obra teatral en la que hablo de temas como la importancia de la educación en la búsqueda de uno mismo o la necesidad de abrazar la diferencia -y la diversidad- como pilar básico de la convivencia. Temas de los que ya no gustan en la nueva Ciudadanía o para los que pretenden que no haya hueco en las futuras clases abarrotadas de alumnos abandonados a su suerte.
En apariencia, Tour de force es un monólogo que recrea, como si de un combate de boxeo se tratara, la juventud de Buñuel y su amistad con Lorca y Dalí. Pero, en el fondo, es una reflexión sobre la amistad, sobre la búsqueda de la identidad -sobre cómo nos influye la educación y la familia en ese proceso- y, cómo no, sobre la diferencia y la aceptación de la misma como parte esencial de la construcción del yo. Como pilar de cualquier convivencia. Por eso, en parte, mi editorial -los valientes amigos de Antígona- se decidió a publicarlo. Y hasta hicimos una guía didáctica para ESO y Bachillerato, porque Tour de force, además de un recorrido por una época -y por una generación de indiscutibles genios-, es también un canto -humilde, pero muy sincero- a la adolescencia, a la amistad y a la búsqueda de aquello que nos une por encima de cuanto nos distancia.
Y sí, claro que sí: este año iré a la caseta con mi chapa verde -ESCUELA PÚBLICA DE TODOS PARA TODOS-, porque -como escribí en mi último post- sé que la visibilidad es necesaria. La visibilidad de la fe que tenemos en la escuela pública quienes formamos parte de ella. Quienes, como yo mismo, somos los que somos gracias a esos colegios e institutos públicos donde tuvimos profesores que nos animaron e impulsaron a crecer. Y a construirnos. En mi caso, cada vez que publico o estreno un nuevo texto -y ya van unos cuantos, afortunadamente-, no puedo dejar de volver a sentirme aquel chaval de Alcorcón al que una magnífica -y vocacional- maestra de primaria le regaló un cuaderno de espiral con tapas amarillas para que lo llenara de cuentos y poemas. Ni puedo evitar volver a creerme el adolescente que se apuntó a teatro en 2º de BUP y que empezó a escribir y a ensayar por el mero placer de compartir ratos con sus amigas del instituto...

Para quien se quiera acercar, estaré firmando TOUR DE FORCE este domingo 3 de junio de 19 a 21 h. en la caseta 156.