tag:blogger.com,1999:blog-37644306824410874092024-03-17T06:30:22.849-07:00Eso de la ESODiario de un profesor de SecundariaFernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.comBlogger144125tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-9142111631308792082013-01-03T11:38:00.001-08:002013-01-03T11:38:50.604-08:00Reformas y despropósitos<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Empiezo el año con un hecho
insólito: dándole la razón a la OCDE. No, yo tampoco me lo explico, pero no
puedo más que decir que suscribo, plenamente, muchas de las afirmaciones de su
último y reciente<a href="http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/01/01/actualidad/1357060408_001945.html" target="_blank"> <span style="color: windowtext;">informe</span></a>:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i>“El gasto público en salud
y educación como porcentaje del PIB es modesto en comparación con otros países”</i><o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><b><br /></b></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i>“Reducir las desigualdades
requiere mejorar el acceso a la educación”</i><o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><b><br /></b></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><b>“Los recortes en la
educación pública (también los de sanidad) difícilmente pueden hacer una
contribución mayor para cumplir los objetivos de reducción del déficit, ya que
es importante proteger el acceso”.</b></i><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Resulta casi accesorio añadir
nada más. Por supuesto, siempre estará quien nos cuente que en tal o cual país
se gasta aún menos, y los profesores tiene más alumnos por aula, y cualquier
otro tipo de cifra de esas que los detractores de la educación pública se sacan
con soltura de la manga, olvidando que cada país tiene su propia idiosincrasia
y, sobre todo, su propia problemática. Pero argumentar que los docentes estamos
actualmente desbordados por la ratio de nuestras clases (<b>¿se imaginan cómo
es “personalizar” el aprendizaje cuando se tienen unos doscientos alumnos al
año?</b>), o explicar que en ciertas comunidades ya ni siquiera se cubren bajas
de profesores de quince días -a veces, me consta, de unos cuantos más- o
insistir en que se han suprimido los refuerzos, desdobles y apoyos que ayudaban
a nuestros alumnos con más problemas es como clamar en el desierto ante la
sordera de quienes están ansiosos por justificar el afán de privatización -cada
vez menos encubierto- de las aulas públicas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Empezamos un 2013 que se
preve difícil. Y lo hacemos caminando hacia una ley llamada LOMCE cuya única
finalidad parece ser perpetuarnos en el fracaso y la segregación.</b> Una
ley que, por supuesto, se implantará con una inversión raquítica -error que ya
se cometió con las reformas anteriores- y que en vez de promover opciones,
restará todas las posibles a aquellos alumnos que no encajen en la versión más
rancia del sistema. Así, con un poco de suerte, <b>entre reválida y
reválida -para qué molestarnos en educar si podemos alentar a competir-,
crearemos toda una generación de fracasados a los que privaremos de acceso a un
futuro digno</b> -en lo profesional y en lo personal- y que podrían haber
tenido una realización plena -en ambos frentes- si alguien se hubiese molestado
en fomentar su potencial en lugar de empeñarse en cercenarlo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Según la OCDE, endurecer el
sistema no conduce a nada positivo. <b>Pero eso, a nuestro ministro,
tampoco le importa. A él, en realidad, está visto que eso de escuchar le parece
una tarea muy aburrida. O muy cansada.</b>No lo sé. El caso es que profesores,
padres y alumnos seguimos advirtiendo de la debacle que se nos viene encima.
Porque no es que la situación actual sea idílica -que no lo es, en absoluto-,
pero <b>no vamos a mejorar el sistema educativo afianzando sus errores y
desechando sus logros</b>, por pocos que sean. Y la atención a la diversidad
-nuestra gran asignatura pendiente y en la que aún queda muchísimo por hacer-
es, precisamente, uno de los escasos puntos en los que se están consiguiendo
éxitos. Insuficientes, desde luego, porque falta inversión, implicación
-permítanme que ahí nos incluya a todos: los problemas no están solo en el
otro- y, sobre todo, porque vivimos en una sociedad que no ha visto la
educación como un auténtico valor durante muchos años, cegada por el culto al
dinero fácil en todas sus versiones (por oscuras que fueran).<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No sé cuántos informes se
necesitan para replantearse, con seriedad, la situación de nuestro sistema
educativo. Pero sí sé que <b>mientras sigamos sin un pacto educativo
estable y sin un auténtico debate al respecto, continuaremos sumando reformas,
contrarreformas y despropósitos</b>, justo cuando más necesitados estamos de
avances y progresos.</div>
Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-60982654720007019122012-11-05T16:26:00.000-08:002012-11-05T16:26:06.257-08:00Robar el futuro<div style="text-align: justify;">
Comparto aquí el <a href="http://t.co/Z8sI5ae2" target="_blank">enlace</a> de mi nuevo post en el Blog Canal Educación, esta vez sobre la temprana marginación y expulsión de los alumnos que plantea la LOMCE. Copio un breve fragmento por si os apetece leerlo:</div>
<br />
<strong style="background-color: whitesmoke; color: #666666; font-family: 'Trebuchet MS'; font-size: 14px; line-height: 18px; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">Por supuesto que es más sencillo prescindir de los alumnos que no se integren con facilidad en el sistema</strong><span style="background-color: whitesmoke; color: #666666; font-family: 'Trebuchet MS'; font-size: 14px; line-height: 18px; text-align: justify;">, de este modo, además, conseguiremos perpetuarles en la casilla social que les haya sido adjudicada en virtud de su nacimiento.</span><strong style="background-color: whitesmoke; color: #666666; font-family: 'Trebuchet MS'; font-size: 14px; line-height: 18px; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify;"> Sin apoyos, sin refuerzos, sin los medios necesarios, estaremos condenando a estos estudiantes a convertirse en piezas marginales del sistema educativo y, por ende, de nuestra sociedad,</strong><span style="background-color: whitesmoke; color: #666666; font-family: 'Trebuchet MS'; font-size: 14px; line-height: 18px; text-align: justify;"> restringiendo -y robando, con el permiso de una injusta ley- todas sus posibilidades de futuro. Para qué dar oportunidades, para qué facilitar medios, para qué mantener la educación pública como un posible -y vigoroso- ascensor social que permita la mejora personal y profesional de cualquiera que se esfuerce por conseguir ese cambio.</span><br />
<span style="background-color: whitesmoke; color: #666666; font-family: 'Trebuchet MS'; font-size: 14px; line-height: 18px; text-align: justify;"><br /></span>
<br />
<br />
<br />Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-43052729408808155982012-10-24T10:30:00.001-07:002012-10-24T10:31:02.759-07:00Educar... o "inwertir"Comparto aquí el <a href="http://t.co/Nv3V0KIF" target="_blank">enlace</a> de mi último texto sobre los recientes desatinos de nuestro siempre diwertido ministro... ¿Educar sin invertir? Según él, es posible. Es más, hasta deseable... Os invito a leerlo y, sobre todo, a comentarlo. Cuantas más voces hagamos que se oigan, mejor.Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-40867704802952561862012-10-19T10:16:00.001-07:002012-10-19T10:18:41.507-07:00Un nuevo lugar de encuentro<div style="text-align: justify;">
Desde hoy, además de seguir escribiendo en este rincón que hemos ido construyendo entre todos a lo largo de estos últimos dos años, también colaboraré con otro portal educativo donde intentaré seguir aportando ideas y, sobre todo, interrogantes sobre temas educativos. Su nombre, <b><i>BlogCanalEducación</i></b>.</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Se trata de una iniciativa en la que se nos da la voz a diversos autores con el fin de entablar un diálogo y un debate permanente sobre temas que a todos -padres, alumnos y profesores- nos afectan. Personalmente, me alegra poder colaborar en un proyecto así, un lugar donde la educación será el tema sobre el que girarán todos y cada uno de nuestros artículos, con el único deseo de que se conviertan en un punto de partida para un enriquecedor intercambio de opiniones y, sobre todo, de experiencias.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Intentaré, eso sí, no dejar abandonado este otro espacio -tan personal y, por ello, tan próximo-, aunque todo eso no hay forma de saberlo aún. De momento, y para que podáis tenerme localizado, os dejo el <a href="http://www.blogcanaleducacion.es/se-lleva-la-r/" target="_blank">enlace</a> del primer artículo que he publicado con ellos y que supone el punto de partida de esta nueva aventura.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Nos vemos allí? Os espero.<br />
<br /></div>
<div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.blogcanaleducacion.es/se-lleva-la-r/" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;" target="_blank"><img border="0" height="175" src="http://3.bp.blogspot.com/-PSCbEv43HqE/UIGKL8kW-kI/AAAAAAAACZo/pVmM97btg2U/s400/Dibujo.jpg" width="400" /></a></div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
</div>
Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-67618298421934356702012-10-18T07:00:00.001-07:002012-10-18T09:14:30.294-07:00Una escuela flexible<br />
<div style="text-align: right;">
"<i><b>El número de alumnos por clase no aumenta, se flexibiliza</b></i>." Wert</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esta es una de las últimas declaraciones de nuestro actual Ministro de Educación. Y, <b>aunque su afirmación pueda parecer un eufemismo disparatado, no se trata más que de una síntesis perfecta del objetivo que persigue: una <i>escuela flexible</i></b>. Y, para ello, lógicamente, lo primero que debemos flexibilizar es el sistema:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- <b>Un sistema flexible, especialmente a la hora de eliminar materias y asignaturas.</b> De este modo se podrá empobrecer convenientemente a nuestros alumnos al privarles de conocimientos de Tecnología, Plástica o Cultura Clásica, entre otros.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- <b>Un sistema flexible cuando debamos recortar vías y opciones académicas</b>, suprimiendo así Bachilleratos tan inservibles como el dedicado a la Música, la Danza y las Artes escénicas, disciplinas merecedoras -por supuesto- del más sonoro de nuestros desprecios.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- <b>Un sistema flexible, cómo no, como para albergar la religión catequizadora en nuestras aulas</b> y, a cambio, sacar de ellas los contenidos que puedan acercar a los alumnos a la ciencia actual o al pensamiento cívico y ético, tal y como sucedía en Ciencias para el Mundo Contemporáneo o en el temario de Ética y Educación para la ciudadanía.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- <b>Un sistema flexible, por supuesto, para poder intensificar el fracaso escolar tanto como nos convenga</b>, sacando amablemente del sistema a todos los alumnos que no consideremos aptos e invitándoles a cultivarse lejos de las aulas mientras se convierten en acrítica y productiva mano de obra.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por supuesto, no basta con esto, sino que <b>también se pretende que padres, alumnos y profesores compartan esa misma <i>flexibilidad</i></b>:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- <b>Alumnos flexibles, que puedan adaptarse a clases de treinta y tantos, capaces de sobrevivir sin apoyos, sin refuerzos, sin orientadores</b>, que sepan mantenerse a flote en un sistema que les tratará de expulsar a cada paso gracias a un sinfín de pruebas externas donde no importará que aprendan a aprender, sino que logren saltar vallas estadísticas y censos varios.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- <b>Padres flexibles</b>, dispuestos a solventar todas las carencias que sus hijos traerán consigo y <b>que, de paso, también puedan flexibilizar su sueldo para costearles estudios y formación</b>, ya sea la -ahora astronómica- matrícula universitaria, ya el curso de una lengua en la Escuela Oficial de Idiomas, ya el aprendizaje musical en un Conservatorio. Se preferirá a los padres flexibles con dinero, naturalmente, porque de sus hijos será la educación de la elite.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- <b>Profesores flexibles, que multipliquen sus horas de clase, que inventen el modo imposible de atender a todos los alumnos que se adocenan en sus aulas gracias a las nuevas ratios</b>, que puedan flexibilizar tanto su tiempo como sus conocimientos, impartiendo materias de las que muchos no son siquiera especialistas. Flexibles para hacer la vista gorda cuando sepan que el sistema está marginando a los que menos tienen, a los que menos pueden. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>En definitiva, esta escuela flexible que nos propone Wert es una escuela que acata, callada y en silencio, su degradación</b>. Que asume la desigualdad cultural y social como una realidad contra la que se puede luchar. Que no alza su voz a favor de la educación, ni de la cultura, ni de la democracia. Una escuela que, de momento: las manifestaciones de hoy lo demuestran, está muy lejos de ser real, porque la voz -de alumnos, de padres y de profesores- sigue sonando más fuerte -y más firme- que nunca.</div>
Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-77018315016363917612012-10-01T22:34:00.003-07:002012-10-01T22:34:35.048-07:00Una reforma antieducativa<div style="text-align: justify;">
La reforma que se nos avecina no se puede calificar de educativa. Porque <b>no se puede considerar que sea educativo suprimir el Bachillerato de Artes Escénicas, ni acabar con asignaturas como Ciudadanía, Ética, Ciencias del Mundo Contemporáneo o Cultura Clásic</b>a. A cambio, <b>sin embargo, se mantienen intactos los privilegios de la iglesia católica</b>, de modo que seguiremos financiando -con dinero de todos- la existencia de colegios que segreguen por sexos y mantendremos, cómo no, la asignatura de religión en nuestras aulas. De este modo, <b>los alumnos de la escuela pública podrán seguir cursando esta catequesis a la que invita -barra libre de adoctrinamiento- el Estad</b>o o bien podrán cursar, en su lugar, otra optativa no evaluable -nótese el sinsentido de esta negación- como la ineficaz y desquiciante MAE (no, no se molesten ni en interpretar las siglas: son tan inútiles como la materia a la que dan nombre).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Se mantiene la religión en las aulas, sí, y se proscribe la ciencia contemporánea, porque es peligroso que nuestros alumnos conozcan la realidad del mundo en que viven</b>. Luego, eso sí, nos rasgaremos las vestiduras cuando se agrave -aún más- la fuga de cerebros, cuando seamos un país a la cola mundial en I+D, cuando sigamos condenados a un atraso que, gracias a reformas como esta, acabará siendo tristemente endémico.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Tampoco se mantiene la optativa de Cultura Clásica en 3º de Secundaria porque, a fin de cuentas, qué interés puede tener conocer las raíces de toda la cultura occidental. </b>De qué puede servir a nuestros alumnos saber quién fue Homero o qué supusieron las <i>Metamorfosis</i> de Ovidio para el arte y la literatura universal. Después, claro, nos llevamos las manos a la cabeza cuando leemos que las librerías se ven obligadas a cerrar, como si reformas como esta no contribuyesen a condenar al ostracismo a las Humanidades.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Por supuesto, se elimina toda materia que permita educar en la convivencia, el respeto y la reflexión.</b> Porque <b>está bien que nuestros alumnos aprendan a rezar -así pueden pedir milagros tan interesantes como convertirse en afamados crupiers de tal o cual eurocasino-</b>, pero no es tan positivo que debatan, ni que trabajen la tolerancia, la comprensión de la diferencia y la lucha contra tabúes, prejuicios y lacras tan peligrosas como la misoginia, la xenofobia o la homofobia. Para evitar semejante aberración, se suprime la Educación para la Ciudadanía, convencidos de que en un país con un índice alarmante de muertes por violencia de género no es preciso abordar cuestiones como el machismo en nuestras aulas. Claro que no: eso lo traen todos los alumnos ya de serie. No hay más que mirar a nuestro alrededor -presten especial atención a la sección Sucesos de cualquier periódico- para comprobarlo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y como la reforma vela por el tiempo de nuestros estudiantes, <b>se prescinde de materias que les distraen com la Ética </b>(¿qué puede aportar la reflexión filosófica en una sociedad donde solo se aspira a que la mano de obra sea lo más barata y sumisa posible?) <b>y se restan horas a las que, según nuestro actual ministro, no sirven para nada, como Tecnología</b> (¿para qué presentarles una materia como esta en un mundo que, como todo sabemos, no tiene nada de tecnológico?) <b>o Plástic</b>a (¿pero a estas alturas alguien cree que el arte nos forma o construye como personas?, por favor, si es que somos todos unos auténticos ingenuos).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Afortunadamente, tenemos un ministro hipercualificado -su trayectoria como tertuliano televisivo bien lo demuestra- que se ha dado cuenta de que lo que se necesita es ahogar a los alumnos con más horas de lo mismo</b>, suprimir todo aquello que pueda acercarles a la cultura, a la ciencia o a las artes -<b>la educación que construye y que fomenta el crecimiento personal es perjudicial para un gobierno al que le disgusta tanto el pensamiento libre</b>- y, por supuesto, afianzar bien nuestras auténticas raíces asegurando que la religión sigue en su lugar habitual. Y es que está claro que tras una reforma tan nefasta como la que se está llevando a cabo, vamos a necesitar un auténtico milagro para salir del atraso, la zafiedad y la profunda ignorancia a la que nos están abocando. </div>
Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com18tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-67506529364795781492012-09-23T03:33:00.000-07:002012-09-23T03:37:12.350-07:00La ley del más fuerte<div style="text-align: justify;">
<b><i>"La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía."</i></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Así comienza la LOMCE, con una frase que resume -de forma contudente- su objetivo. <b>No voy a entrar en el absurdo que supone seguir instalados en un sistema donde hay más reformas y contrarreformas que éxitos educativos</b>, ni siquiera en la acendrada costumbre de que esos cambios ignoren a quienes vivimos a pie de pizarra la realidad del aula. No, para qué entrar en cuestiones tan evidentes, cuando el peligro -en este caso- es mayor del habitual.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Porque <b>gracias a la LOMCE no solo recorreremos una nueva vía muerta para esa supuesta calidad educativa</b> que tanto les preocupa, sino -más aún- <b>un camino de obstáculos donde solo sobrevivirán quienes sean más capaces y, sobre todo, quienes tengan más dinero</b>, medios y recursos para solventar su falta (o no) de capacidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>La nueva ley considera que la diversidad no ha de ser integrada, sino segregada</b>, de modo que un país, para ser competitivo, tiene que animar a los alumnos con dificultades a abandonar el sistema, demostrándoles -gracias a un sinfín de inútiles pruebas externas: todo muy <i>sesentero</i>, por cierto- su torpeza y su necesidad de automarginarse para no seguir causando gasto en una sociedad que ha decidido que solo los más fuertes tienen derecho a un lugar digno en la pirámide alimenticia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>La supresión de becas, la subida de tasas (las universitarias, por ejemplo, se han duplicado este curso), la obligatoriedad de continuas pruebas externas..., todo está encaminado a un fin perversamente darwinista</b>: que sobrevivan solo aquellos alumnos con los suficientes recursos como para afrontar todo ese proceso. No sé qué pensarán las familias -¿todos los niños son genios?, es más, ¿todos los niños deberían serlo?-, pero si yo fuera padre estaría profundamente preocupado.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En el fondo, la frase inicial del anteproyecto deja bien claro el objetivo y las intenciones. Al menos, en este caso, no hay ambigüedad posible: <b>la educación ya no será un camino para construirse como personas</b>, ni para madurar, ni para aprender a convivir, ni para desarrollarse. <b>No, la educación será un adiestramiento práctico para crear una mano de obra lo suficientemente manipulable, dócil y barata</b> como para sustentar a quienes sigan instalados en el último piso de esa pirámide evolutiva. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Para ello, <b>la ley facilita el nombramiento a dedo de directores y, a su vez, de profesores, convierte al Consejo Escolar en un instrumento poco menos que decorativo</b> y resta poder de decisión a los padres y madres (como si antes tuvieran mucho). En definitiva, se deja la puerta abierta a la subjetividad y al enchufismo, consagrando ese mal endémico nacional que es el contratar a los afines para asegurarnos un séquito que aplauda nuestros modos y jamás censure nuestros errores.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No sé si conseguiremos frenar este despropósito -¿cómo se puede dejar la educación en manos de un ministro con nula experiencia -y humildad- en un frente así?-, pero sí sé que <b>este antreproyecto es el camino ideal para construir un país competitivo en la formación de futuros camareros y <i>croupiers</i></b><i> </i>-hagamos de España un inmenso Eurovegas-, pero jamás un país competitivo en la cultura, ni en la investigación, ni en la ciencia. <b>Seremos la mano de obra más barata, acrítica y dócil de Europa</b>, eso sí, de modo que aunque sigamos sin estar en la vanguardia, nos consagraremos como la masa anónima -y empobrecida- que empuja en silencio la retaguardia.</div>
Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-44457395442325852502012-09-17T11:43:00.002-07:002012-09-17T11:53:13.304-07:00Sudokus sintácticos<div style="text-align: justify;">
<b>Nuestros alumnos son auténticos titanes del subrayado y el cajón sintáctico.</b> Son capaces de agrupar sintagmas de todo tipo y naturaleza en oraciones de cualquier longitud. Podrán equivocarse, sí, pero saben perfectamente qué deben subrayar y conocen a la perfección cuanta etiqueta sintáctica y morfológica necesitan para pasar semejante prueba iniciática. Se diría que todo aquel estudiante capaz de subrayar adecuadamente un complemento predicativo pasa a ser merecedor de ganarse un lugar en nuestra sociedad adulta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Sin embargo, intepretar un texto o defender una opinión razonada sobre un libro, una serie o una película son tareas que les resultan mucho menos sencillas. </b>Quizá porque <b>el enfoque de la Lengua y de la Literatura sigue siendo, a menudo, demasiado tradicional.</b> Porque falla la metodología, porque los libros de texto están anclados en los manuales de décadas atrás, porque las clases están tan sobrecargadas de alumnos que resulta casi imposible plantear la clase como un debate en vez de como un insufrible monólogo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Subrayar y hacer cajas es más práctico, desde luego. No requiere plantear dudas, ni preguntas, ni enfrentar puntos de vista para buscar consensos y lograr un aprendizaje activo y, sobre todo, reflexivo. Las cajas, a su modo, acaban convirtiéndose en una suerte de opio con la que calmar a los alumnos que las disfrutan -como si de un sudoku lingüístico se tratase- o con las que asustar a los que siempre tienen problemas para diferenciar el complemento directo del indirecto o el circunstancial del de régimen. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A cambio, obviamos otras cuestiones más difíciles de evaluar y <b>convertimos la lengua en una disciplina casi gimnástica y la literatura en una sucesión de apuntes</b> -en Bachillerato se pueden medir por toneladas- que no acaban de arrojar ningún tipo de luz sobre los textos que deberíamos acercar a nuestros alumnos. ¿De qué sirve, por ejemplo, contarles todo cuanto sabemos de la literatura medieval en 1º de Bachillerato si no les contagiamos un ápice del morbo que encierra <i>El libro de Buen Amor</i>? ¿Para qué hablarles de moaxajas, zéjeles y jarchas si nos empeñamos en que analicen su métrica en vez de demostrarles la profundísima emoción lírica que se encierra en esos versos? <b>Es cierto que no resulta tan fácil acercar ciertos textos a nuestros alumnos, pero ahí -precisamente- creo que radica nuestra tarea.</b> Al menos, ese es mi objetivo cuando abordo los temas literario: transmitir mi pasión por esos texos y discutir con ellos por qué forman parte de nuestro canon. Qué hace que <i>La Celestina</i> o el <i>Quijote</i> sean universales, transgresores y profundamente modernos. Si no consigo eso, cualquier dato que mis alumnos puedan memorizar me parecerá inútil.</div>
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<br /></div>
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<b>Y en cuanto a la lengua, ¿por qué seguimos planteándolo como poco más que un pasatiempo sofisticado?</b> ¿Por qué no presentarla como un problema abierto y cambiante? <b>¿Por qué no fomentar la reflexión sobre el idioma, sobre sus misterios, sobre la relación entre lo que decimos y lo que pensamos? </b>Claro que la lingüística puede ser -y es- fascinante, pero cuando sale de las cajas en las que la encerramos para convertirse en una ciencia llena de terrenos que investigar.</div>
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Esta mañana, en dos grupos de Bachillerato, he comenzado la asignatura de Literatura Universal planteando la pregunta de qué es un texto. Elemental, sí, aunque también abierta a muchas interpretaciones. Ha resultado curioso escuchar que una novela gráfica no es un texto, ni una película, ni siquiera una obra de teatro (si se representa, me decían, no lo es; pero si esa obra se lee, sí). Y han sido dos debates provechosos, áridos al principio -<b>no están a costumbrados a que les demos la palabra ni la batuta en el aula</b>- y profundamente ricos en su segundo tramo, con muchas voces aportando y construyendo su propia definición de qué es, en realidad, un texto. Qué consideran -qué consideramos- dentro de esa categoría. De ahí hemos llegado al subtexto, al intertexto... y a conceptos como intentar definir clásico o canon. </div>
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En teoría, según el rígido -e inabarcable currículum oficial- tendríamos que haber empezado hoy mismo hablando de <i>Gilgamesh</i> y la literatura mesopotámica, pero ¿tiene algún sentido exponer sin preguntar antes? Cada día tengo más claro que <b>educar no debería ser enunciar conceptos, sino provocar dudas.</b> Y, aunque ni los libros de texto ni los currículos nos ayuden en exceso, la Lengua y la Literatura son dos materias especialmente adecuadas para ello.</div>
Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-70910371712924417902012-09-15T05:27:00.001-07:002012-09-15T05:32:57.075-07:00Solo es el principio<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-nVp0ly28g_0/UFR0Ia57e-I/AAAAAAAACYs/WHcnCki-J_s/s1600/Foto_9_SOLO_ES_EL_PRINCIPIO.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="181" src="http://2.bp.blogspot.com/-nVp0ly28g_0/UFR0Ia57e-I/AAAAAAAACYs/WHcnCki-J_s/s320/Foto_9_SOLO_ES_EL_PRINCIPIO.jpg" width="320" /></a></div>
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<b>Rodar una película como <i>Solo es el principio</i> es impensable en España</b>. No se puede hacer una película como esta en un país donde siempre que alguien dice que lleva a sus hijos "a un colegio bueno", automáticamente todo el mundo piensa en un centro privado. Ni en un país donde, en solo 10 años, se ha disminuido en 6000 millones de euros el gasto en la escuela pública. Ni en un país donde su ministro de Educación -junto con los responsables de ciertas Comunidades Autónomas- se esfuerza, día a día, por desacreditar y desautorizar a toda la comunidad educativa. Ni, mucho menos, en un país donde se deja al teatro y al cine a su suerte o, peor aún, donde se les penaliza para que la industria cultural acabe de hundirse y todos nos sumamos en el atraso que estamos consumando.</div>
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<b><i>Solo es principio </i>es, más allá de una hermosa -y emocionante- reflexión sobre la filosofía, todo un alegato a favor de la escuela pública</b> y, muy en especial, de una figura que no es lo suficientemente valorada: la del <b>maestro.</b> No es casual que la película se abra con las declaraciones de cierto ministro de Sarkozy, en las que -desde la más profunda ignorancia- este individuo afirmaba que no era necesario título universitario alguno para "<b>cambiar pañales y vigilar la siesta</b>". </div>
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Sin embargo, y por triste que parezca, <b>ese elitismo rancio y analfabeto -se requiere desconocer profundamente la pedagogía y el proceso educativo para hacer semejante afirmación- no es exclusivo de los ministros <i>sarkozianos</i></b>. Ni siquiera de sus homólogos peperos. <b>Lamentablemente, ese elitismo cateto e ignorante se da también entre los propios miembros del profesorado</b> y en más de una ocasión he tenido que escuchar cómo tal o cual compañero cargaba las tintas contra los encargados del nivel anterior.</div>
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De este modo, <b>los profesores universitarios culpan de las lagunas de sus alumnos a los de Bachillerato. Los de Bachillerato, a los de Secundaria. Los de Secundaria, a los de Primaria. Los de Primaria, a los de Infantil. Los de Infantil, a... </b>Bueno, estos a nadie, porque no queda a quién dejarle la pelota en su tejado, de modo que estos son los únicos que no tienen medio de lavarse las manos y sumarse a ese tranquilizador sentimiento colectivo de "yo no soy responsable" que tan anclado llevamos aquí desde los tiempos de <i>La Celestina</i>.</div>
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Por eso, una película como <i>Solo es el principio</i> es impensable en España. Y no solo por el <b>desprecio de nuestro actual gobierno hacia la educación y la escuela pública,</b> sino -más allá de eso- por la <b>nula atención que prestamos a los grandes profesionales que pelean, día a día, en Infantil. </b>Gente que hace una labor magnífica y a la que, con ese espíritu proclive a la etiqueta y al intelectualismo de salón, se les mira -en demasiadas ocasiones- por encima del hombro.</div>
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<a href="http://4.bp.blogspot.com/-MeTug89DX_c/UFR0Gk_MhPI/AAAAAAAACYk/hS8I6rALjyA/s1600/solo-es-el-principio-cartel.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-MeTug89DX_c/UFR0Gk_MhPI/AAAAAAAACYk/hS8I6rALjyA/s320/solo-es-el-principio-cartel.jpg" width="224" /></a><b>No sé si debería recomendarles que vean <i>Solo es el principio</i>. Porque seguro que les interesa. Y que les emociona. Y que les aporta muchas ideas... Pero también sentirán -como me pasó a mí- una terrible envidia. </b>Y una rabia profunda al pensar en cómo esa magnífica maestra que protagoniza la película, aquí sería vilipendiada por su Consejera de Educación -acusándola de vaga-, por su Presidenta -riéndose de su horario-, por sus compañeros de niveles superiores -afirmando que, en el fondo, no hacen gran cosa- y, por supuesto, también por su ministro -ansioso por someter a sus alumnos a pruebas externas "objetivas" (gran palabra, ¿no creen?) con la que demostrar lo poco que han aprendido en la pública.</div>
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Quizá, si seguimos luchando, dentro de unos años sí se pueda rodar una película así. Quizá -a veces cuesta ceñirse a la esperanza- el título sea cierto y todo esto <i>solo sea el principio</i>... Pero, de momento, <b>se necesita más que una manifestación, un puñado de<i> tweets</i> o unos cuantos posts para cambiar la nula atención que recibe la educación en nuestro país</b>, cada día más anclado en un provincianismo del que nuestra televisión -prueben a encenderla en el <i>prime time</i>- da buena cuenta. </div>
Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-87358837285339377122012-09-12T10:40:00.000-07:002012-09-15T05:35:08.912-07:00La suma de todos... y la resta de muchosSumemos:<br />
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Escuelas de música: de 50 a 150€ al mes (150x9=1350€/año)<br />
Escuelas de idiomas: de 50 a 250€<br />
Tutela de tesis doctoral: de 103 a 200€<br />
Conservatorio: de 150 a 375€<br />
Máster oficial en UCM (60 créditos): de 1.600 a 3.950 €<br />
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Tasa de tupper<br />
Supresión de becas para libro de texto<br />
Encarecimiento de la matrícula universitaria<br />
Profesores impartiendo afines imposibles<br />
De treinta alumnos por aula en adelante<br />
Supresión de profesores de compensatoria<br />
Miles de interinos en la calle<br />
Nativos irlandeses contratados a dedo<br />
Colegios sexistas subvencionados con dinero público<br />
Profesores funcionarios en expectativa sin plaza asignada <br />
....................................................................<br />
(Completen con más despropósitos, según su Comunidad, en la línea de puntos.)<br />
<br />
Total: Una cifra que nos ata, sin remedio, al atraso y la ignorancia.<br />
<br />
Si nuestros responsables políticos (lo de responsables, claro está, es irónico) piensan que vamos a salir de esta crisis sin invertir en educación, cultura e I+D, es obvio que se equivocan. Ahora bien, si lo que esperan es acabar de una vez con el Estado del bienestar y devolvernos a la Edad Media, entonces sí. En ese caso van por muy buen camino.<br />
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Menos mal que, ante inicios de curso tan -desahóguense y escriban aquí su propio adjetivo- como el de este año, siempre nos quedará la lucidez de la auténtica prensa seria:<br />
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<a href="http://3.bp.blogspot.com/-YsQxTvCNc-w/UFDIyntvqpI/AAAAAAAACYQ/Y7nMKcWSoiA/s1600/caos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://3.bp.blogspot.com/-YsQxTvCNc-w/UFDIyntvqpI/AAAAAAAACYQ/Y7nMKcWSoiA/s400/caos.jpg" width="293" /></a></div>
<br />Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-17243840593328556802012-09-08T02:11:00.002-07:002012-09-08T02:11:20.252-07:00Jugando a la ruleta rusa en educación<div style="text-align: justify;">
Era de esperar. <b>Una Comunidad que acoge con júbilo la creación de un macrocasino que no respeta ley alguna es una Comunidad dispuesta a jugar a la ruleta rusa con el futuro de todos sus ciudadanos</b>. Por eso, supongo, este nuevo curso escolar comienza con las mismas <b>irregularidades</b> que el anterior. O, para ser más exactos, con la reafirmación de algunas de ellas.</div>
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Entre estas situaciones incomprensibles -e indefendibles- con las que arranca el curso, nos encontramos con <b>centenares de profesores -funcionarios de carrera- a los que, a fecha de hoy, aún no se les ha asignado destino alguno</b>. Este mismo viernes, un compañero de matemáticas me escribía vía Twitter que - solo en su especialidad- son 70 los funcionarios en expectativa a quienes no se les ha dicho aún dónde trabajarán.</div>
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Por supuesto,<b> los miles de interinos que el año pasado ya no trabajaron, este año seguirán sin hacerlo</b>, con el agravante de que su situación ya no exclusiva de Madrid, sino compartida con los demás profesionales del territorio español, donde se ha decidido que podemos prescindir de su preparación, de sus ganas, de su capacidad. Total, qué mejor que engrosar las listas del paro y, de paso, desaprovechar un potencial humano que tan necesario nos es en nuestras cada vez más abarratodas aulas.</div>
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Y, por si fuera poco, el peculiar póker de ases educativos de la Comunidad de Madrid, se cierra con la <b>contratación a dedo de nativos irlandeses para que den clases -en los centros públicos- de las materias que se les encarguen </b>(pueden disfrutar de la noticia completa en este <a href="http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/09/06/madrid/1346947811_869102.html" target="_blank">enlace</a>). <b>A estos nativos no se les exige prueba de selección alguna </b>(¿oposiciones? ¿eso qué es?),<b> ni saber una sola palabra de español </b>-lo que facilita muchísimo la comunicación en sus nuevos lugares de trabajo, por supuesto-, <b>ni tener la más mínima noción de las materias que imparten</b> (Tecnología, Educación Física o Plástica, entre otras). Se da por hecho, de este modo, que toda persona que sea nativa en lengua inglesa está capacitada, por eso mismo, para desarrollar un programa de educación visual, artística, deportiva o tecnológica. Este axioma se puede calificar de una única manera: es<b> una aberración</b>.</div>
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Básicamente, <b>consiste en pensar que cualquiera de nosotros -por el mero hecho de ser nativos en una lengua- podríamos educar a alumnos extranjeros en la asignatura que mejor nos parezca. </b>Así pues, no veo el momento de largarme a Irlanda y dar unas cuantas clases de Biología en español. O, mejor aún, a Finlandia, es decir, a un lugar donde ni siquiera conozca el idioma de mis alumnos, ni de sus padres, ni de mis compañeros, y en el que daré clases de una materia que tampoco conozco. Brillante, ¿a que sí? Pues eso, exactamente eso, es lo que está pasando en las Vegas. Perdón, en Madrid.</div>
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Por otro lado, <b>no se puede decir que la calidad educativa sea una prioridad para nuestros gobernantes</b> (y, menos aún, para nuestro actual ministro: ¿cómo vamos a recuperar cuanto estamos retrocediendo por su gestión?), pues no solo son los irlandeses "a dedo" quienes impartirán materias que desconocen. En el caso de los profesores que sí nos hemos ganado el puesto por méritos propios -supongo que por eso molestamos tanto: como no debemos favores a nadie, no somos manejables-, el tema de las famosas afines va a dar lugar a situaciones de lo más amenas.</div>
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<b>Se considera que afines son aquellas materias que un mismo licenciado puede impartir en un centro de Secundaria y Bachillerato</b>. Y así, <b>hay profesores de Historia que este año darán Filosofía</b> en Bachillerato, o <b>docentes de Plástica que habrán de impartir Matemáticas</b> en la ESO. Juzguen ustedes si la afinidad les parece razonable y saquen sus conclusiones sobre las consecuencias inmediatas que esas amenas situaciones tienen para esa calidad educativa que tanto parece preocuparnos.</div>
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<b>O puede que no. Puede que esto de la educación no le preocupe a nadie.</b> Porque lo que necesitamos son camareros y personal barato para que Eurovegas funcione como debe. Sí, <b>quizá es que educar es una pérdida de tiempo en un mundo que prefiere consolidar el elitismo y el opio mental para todos como forma de gobierno y de sumisión. </b>En breve, habremos de pagar muy caro -mucho más de lo que ahora mismo imaginamos- todo esto.</div>
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Hagan sus apuestas. </div>
Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-86048684850568706972012-09-03T01:32:00.002-07:002012-09-03T01:36:16.670-07:00A quien pueda interesar...<div style="text-align: justify;">
Queridos padres, compañeros y alumnos:</div>
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Perdonad que hoy, en vez de un post, casi escriba una carta, pero es que, <b>para empezar este nuevo curso, me apetece compartir una buena noticia</b> con todos los que os habéis pasado por aquí en estos últimos meses. Todos los que habéis hecho de este sencillo blog -que nació como la expresión de un desahogo necesario y de una inquietud muy personal-, un activo punto de encuentro y debate para aquellos a quienes nos preocupa -e importa- la educación.</div>
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Esa buena noticia es que <b>me estreno en un género que, hasta ahora, no había tocado: la novela infantil y juvenil, gracias a la publicación de "El reino de las Tres Lunas" con Alfaguara Juvenil.</b> Esta novela, que irá en la serie azul (recomendada a partir de 11-12 años), saldrá <b>a finales de febrero de 2013</b> y ya estoy trabajando en una<b> guía didáctica</b> para los compañeros de Secundaria que quieran animarse a proponerla como lectura para sus alumnos.</div>
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Se trata de un texto de aventuras y magia ambientado en la Edad Media y cuyos temas fundamentales son la importancia de la poesía, de la música y de la palabra como armas contra la barbarie, así como la aceptación de la diferencia -del tipo que sea- como fuente de riqueza. En definitiva, una obra con mucha acción pero en la que se abordan numerosos temas que, de un modo u otro, han estado presentes en este blog desde que comencé a escribirlo...</div>
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Como ahora todos empezamos a buscar textos para nuestras clases, <b>si alguien tiene curiosidad en este título, que me escriba con toda confianza a esta dirección de e-mail (<span style="color: #38761d;">nandoj08@gmail.com</span>), para que le mande una información algo más detallada junto con el pdf de la guía didáctica</b> tan pronto como esté acabado. En cuanto al nivel, la obra está pensada, sobre todo, para <b>1º, 2º y hasta 3º de ESO</b> y, si es un grupo con inquietud lectora, tal vez incluso para <b>6º de Primaria</b> (aunque ahí necesitaría la opinión de un colega conozca mejor este nivel).</div>
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Frente a esta alegría personal, eso sí, no puedo dejar de mencionar hoy la tristeza que siento ante los miles de profesores que no regresan este curso a las aulas. Los miles de compañeros interinos con los que se pierden, no solo puestos de trabajo, sino -más allá- entusiasmo, entrega, pasión y afán por construir un mundo mejor empleando las tizas como arma e instrumento. Hoy, este primer lunes de curso, no puedo dejar de sentir que esos huecos no pueden llenarse si no seguimos luchando para que esos compañeros vuelvan a las aulas y nuestros alumnos reciban, gracias al esfuerzo de todos, la educación que merecen. Pero de esto, y de todo lo que nos queda por luchar, hablamos a partir de mañana. Ojalá este blog, a lo largo del curso que hoy comienza, siga siendo un sitio tan controvertido y lleno de ideas como, gracias a vuestros comentarios, lo ha sido hasta hoy.</div>
Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-73225710996198833682012-08-31T04:37:00.001-07:002012-08-31T04:37:12.504-07:00Novedades blogueras<div style="text-align: justify;">
Breve post -en realidad, brevísimo- para avisar de que, en adelante, no comentaré aquí nada que se salga del tema estrictamente educativo. Hasta la fecha, he ido incluyendo en este espacio algunos artículos sobre mi trayectoria como autor -me cuesta deslindar, en ocasiones, unas facetas de otras, seguramente porque todas ellas las vivo con idéntica intensidad-, pero en el futuro, cuanto tenga que ver con mis novelas -como las tres que publico en 2013- o con mis estrenos teatrales, aparecerá reflejado en otro nuevo espacio virtual. Un blog estrictamente literario dedicado a hablar sobre lo que escribo, o sobre lo que leo, o -simplemente- sobre cualquier asunto que pueda inquietarme -o emocionarme- y que no tenga cabida en Eso de la ESO. Para los lectores más curiosos, <a href="http://olivetti46.blogspot.com.es/" target="_blank">esta</a> es la nueva dirección. El espacio se llama <b>Olivetti 46</b> y en el propio blog podéis encontrar la justificación para su nombre.</div>
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Asimismo, a partir de septiembre, alternaré mis textos en Eso de la ESO con colaboraciones en un nuevo espacio educativo en el que vamos a aportar nuestras reflexiones diferentes firmas relacionadas -directa e íntimamente- con el mundo de la enseñanza. Pero de esto último, hablamos otro día.</div>
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Nos leemos. </div>
Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-23966211721688954092012-08-30T03:21:00.000-07:002012-08-30T03:29:06.014-07:00Apuntes (personales) sobre el libro de texto<div style="text-align: justify;">
<b>Una de cada tres familias no podrá comprar los libros de texto este año.</b></div>
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Ante un titular como <a href="http://www.rtve.es/noticias/20120828/tercio-ninos-edad-escolar-tendra-serias-dificultades-para-llevar-libros-texto/560359.shtml" target="_blank">este</a>, resulta obvio que <b>no podemos quedarnos de brazos cruzados. Ni los profesores, ni las familias, ni nuestros centros.</b> Hace tiempo que es urgente un cambio profundo en este sentido, pero un contexto como el actual requiere que esa respuesta sea, de una vez, casi inmediata.</div>
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En mi caso, no soy sospechoso de <i>librofobia</i>, pues además de profesor y novelista también soy autor de libros de texto, de modo que valoro -y desde dentro- el esfuerzo creativo y didáctico que exigen. Se cometen errores, por supuesto, pero se pone muchísimo trabajo en todos ellos. <b>Con respecto a la polémica del "precio justo", hay que tener cuidado en no caer en análisis simplistas o demagógicos</b>. Conviene pensar en la gran cantidad de gente que interviene en ese proceso editorial y la importancia de los puestos de trabajo que genera. ¿Se pueden ajustar más los precios? Seguramente. Y si se puede, debería hacerse. Pero no creamos que eso los abaratará en exceso: no podemos olvidar que elaborar un libro de texto -sumándole a su creación el posterior almacenaje y la distribución-es un proceso muy costoso.</div>
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Dicho esto, <b>no creo que la clave resida solo en el precio de los libros, sino en la necesidad de buscar soluciones</b> que hagan que sean más accesibles y, sobre todo, que no se conviertan en un obstáculo más para las familias que menos tienen. ¿Propuestas? Siempre las hay, solo es cuestión de buscarlas.</div>
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<b>En primer lugar, ¿por qué los libros no son propiedad de los centros?</b> Bastaría con que los alumnos los devolviesen en buen estado a final de curso, de modo que se pagasen solo los ejemplares deteriorados intencionadamente. <b>El problema, claro, reside en los materiales fungibles -aquellos en los que los alumnos escriben directamente en el libro- que requerirían otro modelo editorial</b> de modo que fueran reutilizables.</div>
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Asimismo, <b>los departamentos deberíamos ser mucho más coherentes y sensatos, evitando cambiar el libro de texto cada vez que se ciegan con tal o cual novedad</b> (he sido testigo -directo e indirecto- de más de uno de esos cambios sin sentido en este tiempo). Salvo en aquellos casos en los que los planes de estudio nos obligan a ello, sería bueno que se mantuviese una continuidad que permita que el libro pueda heredarse y admitir un nuevo segundo uso.</div>
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Para ello, lógicamente, <b>nuestros responsables políticos deberían dejar de introducir cambios ridículos en los planes de estudio</b> y proporcionar un marco mucho más estable en el que no sea necesario cambiar el contenido de los libros con la frecuencia con la que han de variarse en la actualidad.</div>
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<b>En cada centro, además, las asociaciones de madres y padres podrían favorecer el intercambio de libros de texto</b>, de modo que se reutilicen y no sea necesario comprarlos de nuevo, salvo en el caso de las familias que así lo deseen y que puedan costeárselos sin dificultad.</div>
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Pero, <b>más allá de todo esto, lo esencial es que los profesores dejemos de ver el libro de texto como una herramienta esencial e imprescindible</b>. En mi caso, y mis alumnos lo saben, apenas lo empleo en mis clases. Desde hace años, elaboro mis propios materiales y los distribuyo en formato pdf -a través del correo electrónico- a mis estudiantes. Otros los elaboramos juntos y, por último, hay materiales de los que ellos mismos son sus propios autores.</div>
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Y, en este caso, <b>no se trata solo de una medida económica, sino -también- de una medida pedagógica. Nuestros alumnos no necesitan que les lean sus libros en voz alta.</b> Ni que les digamos qué subrayar. Necesitan que les enseñemos a leerlos por sí mismos. A subrayar solos. Necesitamos hacerles ver que<b> los libros de texto son un punto de partida -y un lugar de consulta-, pero jamás un lugar de llegada</b>.</div>
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<b>Si nuestra valoración de su aprendizaje va a ser medir cuántas líneas de esos libros han sido capaces de memorizar, entonces no les habremos enseñado nada</b>. Tan solo estaremos fomentando su capacidad para fotografiar -y a veces, gracias a los móviles, literalmente- conocimientos ajenos que jamás convertirán en propios.</div>
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Por eso, lo admito, me molesta que en los centros se entregue a los padres una lista con los libros de texto ya en el mes de junio, obviando la decisión de los profesores que impartirán esas materias. Profesores que, como yo, puede que quieran decirles a sus alumnos que la adquisición de ese libro es deseable, pero no necesaria. Profesores que trabajamos desde otras fórmulas -materiales propios, materiales en red, materiales vivos-, <b>profesores que nos negamos a ser parte de esa cultura elitista que intentan imponernos.</b></div>
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<b>No hay mejor libro de texto que el que se elabora entre todos -alumnos, padres y profesores- a lo largo de un curso escolar.</b> Y ese, el único que de verdad permite aprender algo, no lo edita editorial alguna. Ese, al que no hay IVA que pueda afectarle, lo creamos juntos. </div>
Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-49176038966059702962012-08-28T01:52:00.002-07:002012-08-30T03:25:15.087-07:00Balones para ellos, muñecas para ellas<div style="text-align: justify;">
Inasequible al desaliento, <b>nuestro Ministro de Educación ha seguido manifestándose a favor de la segregación por sexos</b> en nuestros colegios e institutos. No contento con financiar con dinero público centros que practican este modelo de discriminación, ahora nos obsequia con sus observaciones sobre el (supuesto) mejor rendimiento que estos centros presentan sobre todos los demás.</div>
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Es curioso, porque nuestro Ministro -tan adicto a mediciones, pruebas externas y todo tipo de inservibles estadísticas- olvida que los mejores resultados en Selectividad o en las pruebas para conseguir el Premio Extrarordinario de la ESO -por poner dos simples ejemplos- siempre corresponden a centros públicos en los que, curiosamente, no se discrimina a nadie por motivo alguno.</div>
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Pero más allá de competiciones ridículas -¿vamos a convertir la educación en una especie de "guerra de coles" al estilo de la "guerra de series" de <i>El País</i>?-, resulta evidente que <b>la discriminación por sexos en la escuela tiene, al menos, dos efectos tan perniciosos como evidentes</b>. </div>
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El primero es que <b>permite fortalecer los estereotipos sexuales y, en consecuencia, la desigualdad de género</b>, echando por tierra todos los avances logrados al respecto y devolviendo a nuestros estudiantes esa idea de que los niños son muy diferentes a las niñas. Y no seré yo quien niegue la existencia de la diversidad -al revés, creo que nada nos enriquece tanto como nuestras diferencias-, pero <b>solo podemos construir una sociedad igualitaria si trabajamos en lo que nos une por encima de aquello que, en apariencia, nos separa</b>.</div>
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Así pues, <b>si queremos que la misoginia coja fuerza, segreguemos, claro</b>. Seguro que más de un cargo de la sección rancia de la iglesia aplaude nuestra iniciativa. <b>Y, ya puestos, volvamos a los juguetes sexistas</b>, prohibamos a las chicas jugar al fútbol y miremos mal a los niños que quieran compartir con su hermana una muñeca. <b>Así, además de renovar la misoginia, intensificamos la homofobia</b>, que -ante el avance de los derechos LGTB y de la normalización de nuestro colectivo- tampoco viene nada mal.</div>
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Pero, por si el retroceso social no fuera suficiente (ni lo bastante grave), <b>hay una segunda consecuencia -mucho más personal- que reside en la deficiente educación sentimental que van a recibir esos niños y niñas "segregados"</b>. Nada tan útil para fomentar una educación emocional y sexual reprimida como separar a los alumnos por sexos, de modo que les ayudemos a estar tan perdidos como lo estuvieron las generaciones del franquismo. Con un poco de suerte, podemos volver a los tiempos descritos por Carmen Martín-Gaite en <i>Usos amorosos de la postguerra española</i> y convertirnos en el país provinciano y beato que querían que fuéramos entonces.</div>
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<b>Lo triste es que todo un Ministro de Educación -sea del partido que sea- se muestre incapaz de rectificar y defienda ideas tan atroces como estas. Ideas que nos abocan a un mundo sexista, homófobo, discriminatorio, acomplejado y reprimido</b>. Un mundo que debe de hacer las delicias de Rouco y del obispo de Alcalá -ya saben, el fan de los "clubs de hombres nocturnos"-, pero que sería un lugar de pesadilla para quienes creemos en la diversidad como fuente de riqueza, en la convivencia como necesidad educativa básica y en la igualdad como un valor y un modelo al que todos hemos de aspirar.</div>
<br />Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-14527805776740232932012-08-27T09:58:00.000-07:002012-08-27T09:59:35.692-07:00Educar no es un chiste<div style="text-align: justify;">
Hace dos años, la Comunidad de Madrid puso en marcha una campaña que, supuestamente, perseguía apoyar al profesorado y fortalecer su autoridad. No sé cuánto dinero gastarían en semejante parafernalia -otro despilfarro más de esos que ahora nadie asume haber cometido-, lo que sí sé es que, desde entonces, han estado trabajando intensamente en contra de su propia publicidad.</div>
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Tras intentar convencer a la opinión pública de que nuestras huelgas del año pasado eran por aquellas famosas dos horas de más a la vez que sepultaban la verdadera raíz del problema -el ataque salvaje y frontal a la educación pública-, ahora nos encontramos con que <b>Esperanza Aguirre vuelve a la carga con su habitual <i>saber hacer</i>, ese encanto tan particular suyo que reside en hacer bromas a costa de sus trabajadores públicos</b>, como si de una participante del Club de la Comedia se tratase. Se ve que no tuvo bastante con las declaraciones de Ana Botella sobre el cuerpo de bomberos, así que ella, muy solidaria con su alcaldesa, se ha sumado a la primera <b>ironizando sobre lo "agotador" -literal- que resulta el horario de un profesor</b>.</div>
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No seré yo quien prohíba el sentido del humor, faltaría más, pero no creo que el chascarrillo insultante se pueda aplicar desde ciertas posiciones. <b>Y si el otro día era el Presidente del Comité Paralímpico quien cometía una barbaridad sin precedentes llamando a sus deportistas con el despectivo -según él, humorístico- pseudónimo de "La Roja Coja", hoy era nuestra presidenta quien se permitía hacer un chiste sobre la jornada de trabajo de miles de profesores</b> que nos dejamos -y de eso doy fe- la piel en las aulas y que cada vez trabajamos con más alumnos, peores condiciones y menos sueldo.</div>
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En días como hoy, ya no sé si pido siquiera, que nuestros responsables políticos sean competentes -a veces eso parece un imposible-, qué va, <b>en días como hoy podría conformarme con que nuestros responsables políticos no fueran prepotentes, ni maleducados, ni soberbios, ni despreciasen a sus trabajadores -públicos y privados- ni a los ciudadanos</b> para los que gobiernan y trabajan.</div>
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Por mi parte, y aunque a la señora Aguirre le sorprenda, sé que este curso seguiré con mi "agotador" horario. Y sí, lo es -vénganse conmigo un día de clase si quieren comprobarlo-, porque a las horas de clase -si no han estado en una de ellas, ¿se imaginan el nivel de adrenalina y esfuerzo que conlleva motivar y educar a más de treinta adolescentes por aula?- hay que sumar las aulas fuera de ella. Horas preparando clases, elaborando materiales, haciendo y diseñando actividades extraescolares, corrigiendo o contestando e-mails de alumnos y padres porque, aunque la señora Aguirre tampoco lo sepa, hay muchos profesores que vivimos esta profesión de forma totalmente vocacional, que nos implicamos con nuestros estudiantes y que, con esto de la sociedad 2.0, tratamos de abrir más cauces de comunicación de los que mi abultado correo con padres y alumnos de mi tutoría -y de fuera de ella- dan fe este año.</div>
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<b>Me avergüenza profundamente saber que el destino político está regido por gente con tan escasa sensibilidad</b>, incapaz de ponerse en la piel del otro y, más aún, ansiosa por clavar sus dardos y alienar a la opinión pública contra sectores que son vulnerables al prejuicio y el estereotipo. Por eso, supongo, mi forma de enfrentarme a acusaciones tan ridiculas y tan indignas es seguir demostrando, con mi trabajo, hasta qué punto son equivocadas. <b>Porque, por mucho que lo intenten, no vamos a cruzarnos de brazos, ni a rendirnos. No, no vamos a entregarles las tizas para que hagan de la educación y de la escuela pública su centro de adiestramiento de mano de obra acrítica y barata</b>.</div>
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Eso, jamás.</div>
Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-77512064752087826412012-08-25T03:35:00.001-07:002012-08-25T03:36:23.196-07:00Humos que ocultan fuegos<div style="text-align: justify;">
Además de destacar por su empeño en destrozar lo que nos quedaba en pie del sistema educativo -justo lo que nos hacía falta en plena crisis-, nuestro actual Ministro de Educación es un experto en generar polémicas estériles. Se ve que <b>toda la experiencia que le falta como responsable de Cultura, le sobra como tertuliano mediático</b>, de modo que no falla cuando se trata de levantar una ingente polvareda para que todos desviemos la atención y nos centremos en comentar su último desatino.</div>
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<b>Su último hallazgo ha sido poner en duda la sentencia del Tribunal Supremo, según la cual el Estado no ha de subvencionar centros educativos que llevan a cabo una segregación sexista</b>. Lejos de aceptar algo tan obvio, el ministro se ha permitido el lujo de afirmar que se limitarán a cambiar la ley para blindar esos centros y poder financiar -con dinero público, sí, ya saben: el de todos- ese ejercicio de discriminación que ataca los principios constitucionales más básicos (¿le sonará eso de no discriminar por razón de nacimiento, sexo, raza, religión...?).</div>
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<b>Pero el problema no solo reside en este indefendible paso hacia atrás</b> -y no, no sirven teorías pedagógicas y ultracatólicas de usar y tirar que desmonta la práctica de cualquier docente y la experiencia de cualquier alumno-, <b>ni siquiera en la terrible misoginia que late detrás de ideas como estas</b> -de nuevo, la mujer se convierte en esa Eva fuente de pecado que distrae a los inocentes Adanes en su aprendizaje-, <b>ni en el peligrosísimo retroceso de la educación en valores, o de la propia educación sentimental de nuestros alumnos</b> -¿se imaginan volviendo a la represión, los miedos y los tabúes franquistas que tan bien retrató Carmen Martín Gaite en <i>Usos amorosos de la posguerra</i>?-; no, <b>lo más grave es que gracias a esta polémica, hemos pasado todos a criticar <i>solo</i> los conciertos de los colegios que segregan por sexos.</b></div>
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En el fondo, la táctica es perfecta, pues -implícitamente- parece que defendemos los conciertos de los colegios que no segregan. <b>Nada como focalizar toda nuestra atención en un punto para que dejemos de ver el auténtico problema</b>: la existencia de colegios financiados -en parte- con dinero público y que responden a una ideología muy concreta y, en su mayoría, de marcado carácter religioso.</div>
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Por supuesto que los padres tienen derecho a llevar a sus hijos al centro que prefieran y educarles con los valores que consideren oportunos, pero <b>un Estado aconfesional no puede ni debe pagar una educación religiosa y <i>a la carta</i>.</b> El Estado debe facilitar una educación universal y gratuita, sí, pero inspirada en su Constitución, sin adoctrinamiento religioso alguno. Ya es indefendible que la educación religiosa se mantenga en las aulas públicas -impartida por un profesorado que, frente al resto de sus compañeros, no ha pasado proceso de oposición alguno-, pero lo es aún más que el dinero público sirva para pagar la transmisión del ideario de ciertas órdenes y congregaciones religiosas a través de esa poderosa arma -¿por qué se creen que la defienden con tanta saña?- que es la educación.</div>
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<b>¿Colegios concertados? Claro, en ese caso tendríamos que concertar colegios no solo de orientación católica, sino de cualquier otro tipo de orientación religiosa e ideológica. Imaginen si sería viable que el Estado subvencionase todas y cada una de las formas que cada padre desease para sus hijos. </b>A cambio, claro, estamos quitando dinero a la única escuela que sí es de todos, la pública. Porque, y eso es otro concepto que no acabamos de asumir, el dinero no sale de partidas independientes, ni de cajones cerrados e incomunicados entre sí: <b>el dinero que destinamos a un modelo de escuela se lo quitamos a otro, así de fácil.</b></div>
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<b>¿Escuelas con identidad religiosa? Por qué no. Cada padre es muy libre de elegir el modelo que desee. Pero desde el momento en que esa es una elección personal ha de ser privada. </b>Lamentablemente, ningún gobierno -no, tampoco los de izquierdas: con la iglesia siempre les ha faltado valor- ha acometido esta profunda y necesaria reforma. Y así seguimos, asistiendo al desmantelamiento de la educación pública mientras se continúa financiando a la iglesia y fortaleciendo, tanto directa como indirectamente, su poder.</div>
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Ahora, si quieren, seguimos hablando de si los chicos han de estar o no con las chicas, que seguro que es un tema mucho más ameno, relajado y divertido. Está claro que no hay <b>nada como tener gente no competente al frente de un cargo importante: sus cortinas de humo son el mejor modo de ocultar el verdadero incendio.</b></div>
Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-48437303083417714192012-08-06T01:52:00.000-07:002012-08-06T01:56:51.656-07:00Ahorrar en tolerancia, recortar en igualdad<div style="text-align: justify;">
<b>Las palabras "igualdad", "sexismo", "homofobia", "racismo" y "pobreza" han salido del temario de Educación para la Ciudadanía por ser consideradas "adoctrinamiento ideológico"</b>. <b>Según esta inteligentísima medida, prevenir la discriminación y la intolerancia es adoctrinar,</b> de modo que los profesores debemos dejar a nuestros alumnos a su libre albedrío y respetar que marginen a quien les parezca bien en función de su sexo, religión, raza u orientación sexual.</div>
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De acuerdo con este principio, <b>imagino que los tutores deberemos cruzarnos de brazos cuando nos encontremos con un caso de <i>bullying</i> por cualquiera de estos motivos</b>. Supongo que intervenir en el aula y tratar de frenar esos problemas -cotidianos y, a veces, muy graves- será un ejercicio de adoctrinamiento absolutamente irresponsable, cuando nuestra misión es acudir al aula, explicar nuestra asignatura, hacer oídos sordos a los problemas de los estudiantes y olvidarnos de que estamos educando a un montón de niños y adolescentes que necesitan de nosotros una gran dosis de implicación.</div>
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Por supuesto, quienes apoyen esta medida de nuestro Ministerio, serán los mismos que luego nos acusarán a los docentes de no hacer nada más que leer el libro del texto en clase, los mismos que repetirán hasta la saciedad lo vagos que somos y lo poco que trabajamos, sin prestar atención a que la mayoría de nosotros -y sé de lo que hablo- tenemos un vínculo muy fuerte con nuestro trabajo y con la responsabilidad que este implica.<br />
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<b>Resulta obvio que con esta medida no se consigue ahorro alguno, salvo en tolerancia y en convivencia</b> -eso sí-, de modo que su coartada habitual no sirve en este caso. Pero, sobre todo, <b>lo que más llama la atención es la absoluta ignorancia sobre la vida en las aulas que demuestran quienes han tomado esta decisión</b>. Su profundísimo desconocimiento de cómo son los colegios e institutos actuales, donde es indispensable abordar temas como la convivencia, la tolerancia y el respeto ante la enorme diversidad de vidas, familias, mentalidades y formas de ser que encontramos en ellos.</div>
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En cualquier caso,<b> todo esto no es más que otra cortina de humo para que nos entretengamos discutiendo mientras ellos atestan las aulas, suben tasas, hacen la educación más inaccesible para los que menos tienen y deterioran, salvajemente, la educación pública</b>. Porque, en el fondo, por mucho que ellos tachen palabras como "misoginia", "pobreza" u "homofobia", muchos docentes seguiremos abordándolas en nuestras clases. ¿Acaso se puede explicar la poesía de Lorca y de Cernuda sin aludir a la igualdad, a su compromiso vital y social? ¿O el Lazarillo? ¿O los ideales del Quijote? No, es imposible impartir una buena clase de literatura sin hacer alusión a la vida, sin relacionarla con nuestros alumnos -¿cómo pretendemos que nos entiendan y que nos sigan, si no lo hacemos?-, <b>es imposible dar una buena clase sin plantear un debate continuo y necesario sobre todo lo que Wert llama "adoctrinar" y que, quienes creemos en la igualdad y en la tolerancia, llamamos "educar".</b></div>
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<b>Ellos, se ve, prefieren instructores, autómatas distantes que jamás se impliquen en sus clases ni en lo que en ellas suceda</b>. Lógicamente, no han pisado un aula en mucho tiempo, de modo que no tienen ni idea de hasta qué punto esa implicación es necesaria, urgente e inevitable. Nuestro trabajo encierra una responsabilidad demasiado importante como para no hacerlo. Y <b>la tarea de educar no consiste en vomitar conceptos para que los alumnos los memoricen, sino en formar de manera integral a nuestros estudiantes</b>, dándoles los instrumentos para pensar y reflexionar por sí mismos, con una visión del mundo y de la cultura lo suficientemente personal -ellos han de ser quienes elijan su camino- y amplia como para que el mundo en el que vivan -y en el que viviremos- sea mejor que este. </div>Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-548077352370289572012-08-03T02:33:00.001-07:002012-08-03T02:46:48.252-07:00Nuestros alumnos. Vuestros hijos. Nuestro futuro<div style="text-align: justify;">
<b>80000 alumnos más y 4500 profesores menos.</b></div>
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En un momento en el que las cifras condicionan nuestro día a día resulta sorprendente que los responsables de la Educación en nuestro país no sean conscientes del <b>abismo al que nos lleva esta gravísima desproporción</b>. </div>
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Quizá es que esos mismos responsables están muy ocupados en <b>fórmulas de ahorro tan útiles como eliminar el tratamiento de la homofobia, la xenofobia y el sexismo en la nueva Educación para la Ciudadanía</b> (solo quien no ha pisado jamás un aula pondría en duda la necesidad de trabajar allí cuestiones como esas). O puede que estén exhaustos de tanto meditar, tras tomar <b>medidas tan justas y necesarias como cobrar 3€ al día a los escolares que se lleven su fiambrera al colegio</b> en concepto de "alquiler de comedor".</div>
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Como <b>todo lo que está sucediendo en materia educativa es, simplemente, un despropósito</b>, podría pasarnos desapercibido el enorme daño -irreparable, si no lo frenamos- que la nueva ratio supone. Estamos, tal y como figura en los titulares de los <a href="http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/08/02/actualidad/1343898210_290085.html" target="_blank">medios</a>, ante una disminución del profesorado que no tenía lugar desde hace 20 años. <b>Ahora vendrán los de siempre, claro, los de "pues yo estudié con cuarenta y aquí estoy". </b>Genial. Ese argumento es de los más válidos que conozco, sobre todo porque se puede aplicar a todo aquel que haya sobrevivido a algo: "Pues yo viví el hambre de la posguerra y aquí estoy", "Pues yo viví la guerra y aquí estoy", "Pues yo viví -completen su propia X- y aquí estoy". ¿Pero "sobrevivir" a algo es suficiente? <b>¿Vamos a salir de la crisis destruyendo lo único que puede salvarnos: la educación?</b></div>
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Y sí, <b>puede que los alumnos "sobrevivan" en esas nuevas aulas atestadas, pero lo que dudo -sinceramente- es que aprendan</b> (esto último, qué curioso, es muy cómodo para quienes prefieren gente sumisa y manipulable a gente formada y crítica). No tendrán problemas los alumnos con especial facilidad de aprendizaje o los que cuenten con medios económicos y familiares en que apoyarse. Pero aquellos otros sin medios o con más dificultades -siento desengañarles: la mayoría no somos genios- estarán condenados al gris de una masa donde serán poco menos que números en esas aulas abarrotadas.</div>
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<b>La atención a la diversidad, en ese contexto, es imposible. </b>¿Cómo individualizar a los alumnos cuando los profesores vamos a vernos sepultados por una cifra inabordable de estudiantes? Así que, nuestro ministro -que está en todo- ya ha previsto la solución: no atenderemos a la diversidad, simplemente, la desviaremos. <b>Que el alumno estorba, que el alumno no brilla, que el alumno no rinde, pues nada, siempre habrá un lugar para él: fuera y bien lejos del sistema.</b></div>
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<b>El darwinismo educativo se impone</b> y las cifras no dejan lugar a dudas de que, en esta generación de niños y adolescentes, solo se quiere que avancen los más fuertes. O los que más dinero tengan. Por eso, porque no podemos dejar que eso suceda, hemos de pelear ahora con más fuerza que nunca. Y no solo los profesores: sobre todo, los padres. Y los que quieran serlo.</div>
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<b>¿Se imaginan a sus hijos en esas aulas desbordadas -muchas ya lo están- de estudiantes, de vidas, de conflictos? </b>¿Ignorados por un sistema que les niega los medios necesarios para su formación? ¿Marginados e invitados a cambiar de itinerario en cuanto se considere -mediante esas objetivas y justísimas reválidas- que "no dan la talla"? Yo no soy padre, pero si lo fuera o quisiera serlo -no es el caso- estaría preparándome para defender el derecho a una educación pública digna y de calidad para mis hijos.</div>
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Hace apenas un año, los profesores de la Marea Verde repetíamos hasta la saciedad que nuestra lucha no tenía nada que ver con aquellas famosas "dos horas" de más de las que hablaba Aguirre. Ahora, cuando<b> el problema que vivíamos en comunidades como Valencia y Madrid -preclaros ejemplos de buena gestión- se ha hecho extensivo a todo el país</b>, parece que se empieza a entender de qué hablábamos. Y es que, como ya escribí entonces, no me importa trabajar más -nunca fue ese el problema: muchos profesores de la pública estamos fuertemente comprometidos con nuestro oficio-, pero sí me importa -y mucho- trabajar contracorriente, dándome de bruces con <b>medidas que no persiguen el ahorro, sino la eliminación de uno de los principios fundamentales que fundamenta la escuela pública: la igualdad de oportunidades</b>.</div>
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Podemos cruzarnos de brazos y asistir al fin de esa igualdad. O podemos unirnos, sumar voces y luchar por una educación digna para nuestros alumnos. Vuestros hijos. Nuestro futuro.</div>Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-7240914457583193852012-07-27T01:43:00.004-07:002012-07-27T01:43:46.843-07:00No son ganado<div style="text-align: justify;">
<b>No son mano de obra. Ni mercancías. Ni ganado. Son alumnos. </b>Niños y adolescentes que se están construyendo a sí mismos y a los que hemos de darle todas las herramientas para que esa construcción sea lo más plena posible. Personas con situaciones familiares y socioeconómicas diversas, heterogéneas, con peculiaridades intelectuales, afectivas, psicológicas. Alumnos en los que hemos de fomentar todo lo bueno que hay en ellos para ayudarles a madurar y a desarrollar su pensamiento crítico.</div>
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<b>Pero la nueva -y nefasta- ley que propone Wert va en la dirección contraria. Su idea es suprimir y segregar, condenar al ostracismo a quienes no tengan los medios para afrontar el sistema</b> que se nos propone. Un sistema donde, además de contar con aulas abarrotadas y medios insuficientes, habremos de luchar con ideas que promocionan la estigmatización del alumno y que abandonan, por completo, la atención a la diversidad.</div>
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En el nuevo modelo, <b>la atención a la diversidad no está dirigida a la integración, sino a la separación</b>. La diversidad no será un factor que enriquezca las aulas, sino que se buscará el modo de segregar cualquier clase de diferencia para, en un modelo digno de novela preindustrial dickensiana (lean <i>Tiempos difíciles</i>), crear futuros obreros complacientes, sumisos y sin una formación cultural e intelectual mínima.</div>
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<b>A partir de los doce años el sistema ya sabrá quiénes sobran</b>. Y sí, sé que dicho así suena muy crudo, pero quizá debamos acostumbrarnos a emplear los verbos correctos -en vez de los eufemismos que nos proponen- para entender hacia dónde nos conduce esta sinrazón. </div>
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<b>En mi caso, no soy padre, pero si lo fuera estaría francamente preocupado</b>. Lo estaría porque según la capacidad, la situación, el entorno de mi hijo, este tendría más o menos opciones. Y, si necesita ayudas, apoyos o refuerzos, no solo no los tendrá, sino que se le invitará amablemente a dejar de estudiar ciertas materias, a abandonar ciertos tramos del sistema (para qué darle la opción de superar obstáculos cuando podemos ahorrarnos su presencia en nuestras aulas) y a cultivarse en otras mucho más prácticas que le hagan, cuanto antes, una persona no necesariamente feliz, pero sí altamente productiva.</div>
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<b>Como profesor, desde luego, estoy tan alarmado como triste</b>. Pero precisamente ahora es cuando no pienso dejar este sistema. Porque es en este terrible momento cuando <b>los docentes implicados con la educación debemos luchar, desde dentro, por convertirnos en el Caballo de Troya que permita huir a nuestros alumnos de este monte espartano desde el que nuestro ministro pretende despeñarlos</b>. Una generación a la que quiere condenar a la pobreza intelectual y a la segregación como modelo de convivencia.</div>
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Por eso, porque lo que está ocurriendo es de una extrema gravedad, les recomiendo que, por favor, lean el estupendo artículo que la profesora <b>Guadalupe Jover</b> -publica hoy en <i>El País</i>: <a href="http://elpais.com/elpais/2012/07/24/opinion/1343140089_950224.html" target="_blank">Negar la educación</a>. </div>
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Es necesario que todos sepamos lo que está ocurriendo. Lo que -si no lo frenamos antes- va a ocurrir.</div>Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-45447775913100310342012-07-25T10:52:00.002-07:002012-07-25T16:24:14.792-07:00El privilegio de la tiza<div style="text-align: justify;">
Soy un privilegiado. Sí, he tenido el privilegio de que me bajen el sueldo casi un 20% en dos años. Y hasta me han premiado riéndose de mí al decirme que el acto de quitarme una de mis catorce pagas no era una reducción, sino un "retraimiento". </div>
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Soy un privilegiado que se dedica a un trabajo que le apasiona -la enseñanza- y que está asistiendo al acoso y derribo contra la escuela pública, un ataque continuo frente al que resistimos como podemos, con armas que tienen que ver con nuestra implicación y nuestro compromiso social, ese del que dicen que carecemos y cuando insisten desde su caverna mediática en que solo somos un montón de vagos que deben pagar la crisis de la que, al parecer, yo soy uno de los máximos responsables.</div>
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Como el verano no me invita a reflexiones demasiado generales, he preferido echar un vistazo en mi propio recorrido personal y profesional para ver hasta qué punto he expoliado al sistema y cómo me he lucrado, por encima de mis posibilidades hasta el punto de tener que ser uno de los que ahora paguen las consecuencias con un deterioro directo y significativo de mi situación personal. </div>
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Mi vida como privilegiado comenzó ya en la universidad, donde tuve el privilegio de trabajar como teleoperador (lo hacía fatal, lo admito), pizzero (esto tampoco fue muy glorioso) y profesor de inglés y alemán en una academia. No sé en cuál de los tres trabajos me explotaban más (lo que sumaba entre los tres ahora me parece, simplemente, irrisorio), pero era mi manera de no depender de la economía familiar y pagarme los estudios. </div>
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Después, el siguiente privilegio fue una beca de trabajo en una conocida editorial en la que creo que cobraba como unos 300 € mensuales (entonces eran pesetas: esas a las que parece que vamos a regresar) por hacer un trabajo aburrido y cero motivador en el que apenas aprendí nada de mi oficio, aunque sí mucho del mundo de la empresa.</div>
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De ahí, gracias a una ETT (sí, una de esas Empresas de Trabajo Temporal que florecieron como champiñones en la era Aznar), obtuve mi primer trabajo serio: traductor e intérprete en una empresa de herrajes para muebles. Fascinante... Ahí tampoco había pagas extras (por lo de la ETT, que vampirizaba prorrateando), así que ahora que tampoco la tengo, gozo del privilegio de haber retrocedido como 10 años atrás en mi propia historia.</div>
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Un año y pico después, como lo de traducir manuales sobre cerraduras no era, precisamente, mi vocación, comencé como lexicógrafo en una gran editorial. Allí estuve dos años gozando del privilegio de coordinar a un equipo de 11 personas en un proyecto de envergadura -evitaremos nombres: el tiempo lima rencores y solo lo bueno permanece- donde me pagaban casi tanto como cuando era becario. Cuando se me ocurrió pedir un aumento, el responsable de RRHH me miró con condescencia y me dijo que teniendo en cuenta mi circunstancia (con eso se refería a mi orientación sexual), debía considerarme "un privilegiado" (sí, ya por entonces entró en mi vida esa palabra) "por trabajar allí y ser el responsable de ese proyecto". Como ese privilegio -y su homofobia- me tocó mucho las narices, di el salto a otra empresa tras decirle lo que "mi circunstancia" y yo opinábamos de él.</div>
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En la siguiente editorial -aún más grande que la anterior- empecé a trabajar como autor de libro de texto y, por esos azares que uno nunca acaba de explicarse- se despertó mi vocación docente a la vez que mi labor como autor teatral y novelista empezaba a verse reconocida. En esos años comenzaba a publicar, a estrenar, a moverme en el campo de la creación y, a la vez, sentía ganas de compartir mi pasión por la literatura con los más jóvenes fuera de los márgenes del libro de texto.</div>
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Así que, en esta ocasión, conté con el privilegio de comprarme un temario inmenso para opositar a Secundaria y Bachillerato. Acudí con una maleta -literal- a recogerlo y dispuse de unos nueve meses -mientras trabajaba y seguía con mis labores creativas- para meterme esa maleta en mi cabeza. Como no había sido interino, ni tenía puntos, ni nada de nada, estaba condenado a sacar un diez en las dos pruebas si quería optar a plaza, de modo que gocé del privilegio de renunciar a mi vida personal durante un año -ni pareja, ni amigos, ni familia- para sacar ese dichoso diez y conseguir entrar en las aulas.</div>
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Desde entonces, sí que soy un privilegiado. Privilegiado porque amo educar, porque el cariño de los alumnos no se paga con nada, porque creo firmemente en lo que hago. A cambio, he visto cómo cada año empeoraban mis condiciones y, sobre todo, las de mis alumnos. De nuevo aulas con cuarenta adolescentes. Sin medios para los chicos y chicas con problemas. Sin desdobles. Sin atención a la diversidad. Y con medidas que pretenden que, en el futuro, solo puedan estudiar quienes tengan el dinero para pagarlo.</div>
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Por eso, cuando miro hacia atrás y veo que jamás me he hipotecado, ni comprado tres coches, ni especulado en nada, cuando repaso todo eso no acabo de entender por qué tengo yo -como tantos millones de personas- que pagar esta maldita crisis.</div>
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Y cuando ciertos indeseables columnistas insultan el trabajo de los funcionarios, me pregunto cuál será su nivel de compromiso con lo que hacen, porque en mi entorno ese compromiso es altísimo y, a pesar de cuanto nos roban y nos seguirán robando, no hemos cejado ni un segundo en nuestro trabajo y en nuestro servicio a la sociedad.</div>
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En eso, lo admito, sí que soy un privilegiado. Porque tengo el privilegio de trabajar con gente a la que admiro, de sentirme parte de ese movimiento real y generoso que es la Marea Verde y porque desde las aulas puedo trabajar para seguir inculcando una mentalidad crítica en mis alumnos. En esos jóvenes a los que quieren robarles el mañana y que sé que van a construir -pese a quien pese- un hoy que sí merezca la pena. </div>
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Por eso, porque sé que las ideas pueden cambiar el mundo -por mucho que ese mundo se empeñe en ir hacia atrás- me siento un maldito privilegiado. Tengo el privilegio de la tiza. Y ellos, tan solo, los restos de un sistema podrido que, si siguen manejando así, acabará explotándoles en las narices. </div>Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com16tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-68377648243199634782012-07-05T11:40:00.001-07:002012-07-05T11:40:33.138-07:00Nos leemos en septiembre<div style="text-align: justify;">
El próximo mes de septiembre comienza un curso duro y complicado. Un curso en el que tendremos que seguir luchando a favor de la educación pública. A favor, ante todo del futuro de nuestros alumnos. Por eso, ahora toca coger fuerzas... En mi caso, me espera un mes de julio lleno de trabajo literario (correcciones, pruebas, lecturas...), pues son tres las novelas que publicaré en 2013 y, además, una de ellas es mi primer texto destinado al público infantil y juvenil (concretamente, para lectores de 1º a 3º de la ESO). Además, espero poder reponer energías para regresar a esta lucha -bloguera., educativa y cotidiana- después del verano.</div>
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Me despido, pues, hasta principios de septiembre, y les aconsejo que, entre viajes, terrazas y salidas con los amigos, también dediquen tiempo a dejarse llevar por la literatura. O por el cine. O por el arte. O por el teatro. O por la danza. O, en definitiva, por cualquier lenguaje que les ayude a distanciarse, al menos durante unos instantes, de la sensación de gris y asfixia que quieren imponernos desde más de un ámbito con el taimado propósito de conseguir de nosotros una absoluta y resignada sumisión.</div>
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No olvidemos que nada nos hace tan rebeldes como leer -y ahí tienen a Don Quijote como prueba de ello: el idealismo es una locura necesaria que nace de la capacidad de imaginar un mundo mejor-, así que traten de robarle horas al verano para elegir un título, un lugar y un momento en el que rebelarse contra la prosa sórdida y hostil que tratan de inocularnos desde hace ya una larga temporada. </div>
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Por eso la educación es tan peligrosa. Porque nos permite imaginar mundos mejores. Y nos da las herramientas para luchar por ellos.</div>
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<a href="http://3.bp.blogspot.com/-5Uh14ZecDCE/T_XetyAag1I/AAAAAAAACRU/tmYN4j_zkog/s1600/_DSC0113_3686x2458_2949x1966_2359x1573_1887x1258.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="http://3.bp.blogspot.com/-5Uh14ZecDCE/T_XetyAag1I/AAAAAAAACRU/tmYN4j_zkog/s400/_DSC0113_3686x2458_2949x1966_2359x1573_1887x1258.jpg" width="400" /></a></div>
<br />Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-81694152946907943172012-07-01T11:18:00.000-07:002012-07-01T11:21:47.240-07:00El teatro como herramienta<div style="text-align: justify;">
Entre las muchas -e intensas- experiencias que estoy viviendo con la publicación de <a href="http://www.naque.es/index.php?page=shop.product_details&flypage=flypage_new.tpl&product_id=48&category_id=6&option=com_virtuemart&Itemid=13" target="_blank"><i style="color: #b45f06;"><b>Cuando fuimos dos</b></i></a>, <b style="color: #b45f06;"><i><a href="http://www.naque.es/index.php?page=shop.product_details&flypage=flypage_new.tpl&product_id=164&category_id=10&option=com_virtuemart&Itemid=108&vmcchk=1&Itemid=108" target="_blank"></a></i></b><b style="color: #b45f06;"><i><a href="http://www.naque.es/index.php?page=shop.product_details&flypage=flypage_new.tpl&product_id=164&category_id=10&option=com_virtuemart&Itemid=108&vmcchk=1&Itemid=108" target="_blank"></a></i></b>una que ocupa un lugar muy destacado en esa lista es haber compartido una cena más que especial -por la fecha, por la compañía, por su significado- con los impulsores y adalides de <b style="color: #b45f06;">ÑAQUE</b>, Cristina y Fernando. Era de prever que dos personas que fundan una editorial como Ñaque, pionera en la difusión del teatro español contemporáneo tenían que ser, sin duda, gentes extraordinarias. Lo que no podía prever era que en ellos, además de a dos grandes editores, iba a encontrar a dos buenos amigos.</div>
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<a href="http://2.bp.blogspot.com/-I4AZFM1jbq8/T_CUAAA34CI/AAAAAAAACRE/FgI-edzBJ3o/s1600/bercebal_0002_NEW.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="http://2.bp.blogspot.com/-I4AZFM1jbq8/T_CUAAA34CI/AAAAAAAACRE/FgI-edzBJ3o/s200/bercebal_0002_NEW.jpg" width="159" /></a></div>
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Y es que su labor editorial no solo ha sido ejemplar en la publicación de textos de autores actuales -Mayorga, Pedrero, Ortiz de Gondra, Amestoy, Cabal, Alonso de Santos...-, sino también en la creación de una <b>biblioteca de pedagogía teatral</b> de la que, además, <b style="color: #b45f06;">Fernando Bercebal </b>es un magnífico autor. Mucho antes de tener la suerte de conocerles ya usaba sus manuales como unos de mis recursos didácticos en la clase de teatro de 3º de la ESO. Por eso, como pueden comprobar en esta foto, tengo su libro <a href="http://www.naque.es/index.php?page=shop.product_details&flypage=flypage_new.tpl&product_id=48&category_id=6&option=com_virtuemart&Itemid=13" target="_blank"><i style="color: #b45f06;"><b>Un taller de drama</b></i></a> plagado de <i>post-its</i> y anotaciones que, curso tras curso, no dejan de ampliarse, pues no solo aporta excelentes ejercicios que llevar a cabo en el aula, sino que cada uno de ellos permite imaginar otros muchos más y adaptarlos al alumnado que tengamos en nuestras aulas.</div>
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<a href="http://3.bp.blogspot.com/-kuNzgRC55HI/T_CT57tge0I/AAAAAAAACQ8/oLKz4aSMe7M/s1600/bercebal_0001_NEW.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-kuNzgRC55HI/T_CT57tge0I/AAAAAAAACQ8/oLKz4aSMe7M/s320/bercebal_0001_NEW.jpg" width="216" /></a>Ahora, esa necesaria bibliografía pedagógica -son muchos los colegas que me preguntan dónde encontrar recursos útiles para sus clases de teatro en Secundaria- se ve ampliada con un nuevo título: <a href="http://www.naque.es/index.php?page=shop.product_details&flypage=flypage_new.tpl&product_id=161&category_id=6&option=com_virtuemart&Itemid=108" target="_blank"><i style="color: #b45f06;"><b>Los límites del círculo</b></i></a>. De momento, me he limitado a una primera lectura -Fernando escribe con tanta claridad y pasión que sus textos son siempre muy amenos- y en breve comenzaré -<i>post-its</i> en mano- la segunda. <b>En cada capítulo hay todo un arsenal de herramientas para que esos límites del círculo se puedan romper en pro de la expresión</b> que es, en el fondo, uno de los objetivos primordiales del teatro.</div>
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Ninguno de los dos libros es apto para quienes entienden el arte dramático como un lenguaje elitista y lejano, para quienes prefieren presumir de referencia y miran con condescencia el teatro cotidiano y directo, el hecho teatral desnudo e inmediato. No, si son de esos que se sientan en el patio de butacas a juzgar y nunca a disfrutar con el trabajo ajeno, mejor busquen otras lecturas con un poso snob que, en este caso, no van a encontrar. </div>
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Ahora bien, <b>no dejen de leer ambos textos si lo que quieren es encontrar herramientas para despertar la pasión por el teatro en sus alumnos, para trabajar con ellos el espacio, el movimiento, la expresión oral.</b> Si lo que desean es poder convertir el teatro en un instrumento útil para esos adolescentes que, además de aprender, pasarán un buen rato -se lo aseguro- en sus clases. A mí, y lo digo con unos cuantos años de experiencia como dramaturgo y como director teatral, las propuestas pedagógicas de Fernando -que es un pionero en esta materia- siempre me han ayudado mucho. Y, por supuesto, lo siguen haciendo.</div>Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-1514227451678438092012-06-28T12:06:00.001-07:002012-06-28T12:06:54.496-07:00Apoyar la escuela pública, apoyar la igualdad<div style="text-align: justify;"><b>"Apoyar la educación pública es apoyar la igualdad"</b>, afirma en este vídeo <b>Sami Naïr</b>. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Esa es, sin duda, la idea que estamos defendiendo muchos padres, alumnos y profesores desde que la escuela pública se convirtió en el objeto de las iras y las tijeras -malintencionadas y torpes- de quienes deben protegernos. Porque <b>solo la escuela pública favorece la promoción social más allá de la suerte que haya tenido cada cual naciendo en un determinado estrato socioeconómico</b>. Solo la educación pública pone al alcance de todos una formación de calidad, digna, favorable, una formación que permite que los niños y los adolescentes se construyan como personas y que tengan la opción de ser quienes deseen ser. <b>La opción de pelear por llegar a serlo.</b></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y, en este tiempo oscuro y gris, necesitamos mantener vivos esos sueños. Esa lucha. Y, sobre todo, <b>necesitamos que esos niños y adolescentes tengan la posibilidad de lograr un éxito escolar necesario, de forjarse un presente rico desde el punto de vista cultural</b>, porque solo eso nos garantizará a todos un porvenir igualmente rico en valores, en opciones, en estabilidad. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><b>No podemos salir de una crisis sesgando los pilares que sustentan nuestra sociedad,</b> arrancando de raíz algo tan fundamental como el derecho a una educación de calidad, retrocediendo en el tiempo y regresando a épocas pasadas en vez de avanzando, mejorando y trabajando por un futuro que la escuela pública hace posible y que, quizá por eso, hay quien tiene interés en derribar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Lo bueno es que no cuentan con que <b>somos muchos más los que creemos en estas ideas y los que vamos a defenderlas día a día y alumno por alumno</b>. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="270" src="http://www.youtube.com/embed/KAfbePybQs8?fs=1" width="480"></iframe>Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3764430682441087409.post-20903211745579322132012-06-27T12:06:00.001-07:002012-06-27T12:06:37.013-07:00Y fuimos más que dos...Así fue la presentación de CUANDO FUIMOS DOS el pasado 23 de junio en la Sala Triángulo. Sin duda, uno de los momentos -literarios y teatrales- más intensos que he vivido en mucho tiempo. Gracias a quienes lo han hecho posible...<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="270" src="http://www.youtube.com/embed/9hascqcCLMY?fs=1" width="480"></iframe>Fernando J. Lópezhttp://www.blogger.com/profile/01012981349075740355noreply@blogger.com0