Por si fuera poco, más allá de la desidia informativa, se toman medidas políticas entre fatales y desafortunadas que contribuyen a que la situación de nuestro sistema educativo sea, aunque parezca imposible, aún más precaria. Medidas encaminadas a paliar la crisis que, en vez de buscar recursos y capital en otras partidas, optan -cómo no- por recortar los presupuestos de Educación, obligándonos a quienes trabajamos en esto -desde el ámbito que sea- a seguir haciendo malabares con unas cifras que rozan lo imposible. La gran perjudicada, desde luego, es la enseñanza pública, de la que en rara ocasión escuchamos los elogios que algunos de sus profesionales se merecen y donde se abordan tantos frentes desde el más puro y duro de los voluntarismos.
Y así, por ejemplo, la Generalitat se echa atrás en la distribución de portátiles en sus aulas -ignorando la necesidad de las TIC en el marco de la enseñanza actual- o, más grave aún si cabe, se aprueba una Ley de Presupuestos donde se prohibe cubrir más de un 30% de las bajas del profesorado, lo que ha provocado la suspensión de las próximas oposiciones de Infantil y Primaria en numerosas Comunidades Autónomas (algo que, sin duda, pronto tendrá su idéntico reflejo en secundaria). Esta medida no solo implica que no se cubrirán las bajas actuales sino que, peor aún, nos encontraremos con aulas más abarrotadas y condiciones aún más precarias para el curso que viene. Y es que nadie parece haber tenido en cuenta que este 2011 es el último año en que el profesorado puede acogerse a la jubilación incentivada a los 60, lo que augura un gran número de retiros voluntarios -y, por tanto, bajas no cubiertas- a final de este curso.
Así pues, empezaremos un año escolar 2011-2012 con menos profesores, menos plazas, más alumnos por aula, más docentes impartiendo materias de las que no son especialistas... y muchos más motivos igualmente esperanzadores y positivos para que esa cifra -ya alarmante- de abandono escolar siga consolidándose hasta convertirse en un dato tan insoportable como insoluble.
Siempre quitando los recursos de las partidas más fundamentales como son la educación, la sanidad, los servicios sociales. En el sector en el que trabajo, el social, también estamos horrorizados con lo que nos viene encima, la Generalitat de Catalunya ya nos va dando avisos, pero tendremos que gestionar los recursos recortados haciendo malabarismos y con las ratios de personal más flexibles y no a la alza. En fin una vergüenza!
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